domingo, 24 de febrero de 2013

Las Tres Gracias

imagesUna hermosa mujer hilaba en silencio con una rueca de plata.

Otra mujer cantaba con voz melodiosa, enredando su canto entre las hojas de los sauces y los castaños, esparciendo un perfume de violetas en cada onda sonora.

Una tercera mujer se bañaba en las aguas de la fuente y los hilillos de agua resbalaban, mientras refrescaban su piel dorada y de tacto de terciopelo.

Trinaban los pájaros en la bóveda de hojas, entre la red de ramas que escondían el cielo del medio día.

La alfombra verde y fresca acogía mi cuerpo, como sólo la tierra sabe acogernos, con amor y sin cobrar alquiler, sin plazos.

Hasta que yo me puse en pie, recogí del suelo la hoz y fui a buscar la sangre de las espigas al sol inclemente, dando por terminada mi siesta en el oasis de la Fuente del Corcho. 

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